BLOG DEDICADO A JAIME MARTORELL MIR




martes, 1 de junio de 2010

PANINARO (I)


No son pocos aquellos que han visto en la efímera y desconocida –para el gran público- subcultura urbana paninaro el equivalente italiano de los casuals británicos. Resulta que, no en vano, la coincidencia temporal de ambos fenómenos juveniles y una serie de puntos en común (culto a una determinada estética, música, presencia en las gradas de fútbol) favoreció el contacto entre ambos movimientos. Casuals británicos, durante la década de los 80, viajaban por toda Europa siguiendo a sus respectivos equipos de fútbol. Su llegada a Italia (con especial atención a Milán, ciudad de origen de los paninari) trajo consigo la fascinación por un nutrido grupo de jóvenes encapotados en ropa de diseño (hablamos de marcas tales como Armani, Versace, Best Company, Stone Island, Timberland, Henri Lloyd, etc). Tal fascinación supuso, en cierta medida, la adaptación por su parte del estilo de los paninari, enriqueciendo así una subcultura –la subcultura casual- que se nutría precisamente de aquello que sus seguidores veían cuando viajaban a lo largo y ancho del Viejo Continente.
Por tanto, empezaremos recordando que el paninaro surgió en Milán a principios de los años 80. El origen del nombre es, cuanto menos, anecdótico, ya que fue tomado de un local de comida rápida llamado ‘Al Panino’, algo así como ‘En el Sandwich’ (‘At the Sandwich’), situado en la céntrica Piazza Liberty de la capital lombarda. Fue en este restaurante en el que, durante los primeros años del movimiento, se agolpaban los chavales paninari. Más tarde se trasladarían a otro local de bocatas llamado ‘Burghy’, situado en Piazza San Babila, adquirido en los 90 por la multinacional Mc Donald’s y aún hoy perteneciente a dicha empresa de comida rápida.

El modo de vida estadounidense

Nos encontramos, repetimos, en la Italia de los años 80; una época de optimismo económico generalizado y de asentamiento del modelo estadounidense de consumo tras la extrema situación vivida en el país de la bota durante los conocidos como ‘años del plomo’ (finales de los años 60 y durante los años 70), llamados así por la violencia desatada entre las distintas facciones ideológicamente enfrentadas que había tenido lugar por entonces en el país. A esta época de hiperpolitización extremista y terror, le tomó relevo una época de aparente riqueza y de ostentación de la misma por parte de la burguesía. Las corrientes de pensamiento liberal se asentaban y el modelo consumista americano empezaba a triunfar gracias a, entre otras cosas, la aparición de los primeros canales de televisión privada en Italia que promovían con su publicidad dicho estilo de vida. Todo ello supuso también que, por ejemplo, los locales de comida rápida empezaran a extenderse por todas partes, siendo estos los lugares alrededor de los cuales la juventud paninari comenzó a reunirse y a desarrollar así su escena.


Milán era por entonces la capital económica por excelencia en Italia. El paninaro fue simplemente la encarnación de los modelos y valores que azotaban a la ciudad de las grandes firmas de moda, la ostentación, el culto hacia la belleza física y el creciente consumismo (sobretodo de los jóvenes de clase media cuyas familias comenzaban a tener cada vez mayor poder adquisitivo).

El ‘look’ de los paninari

Entre el atuendo más corriente de los paninari destaca el calzado –botas de cowboy y/o zapatos, aunque con posterioridad también zapatillas- de las marcas Timberland, Converse, Frey, Clark, Durango o Sebago; pantalones vaqueros remangados justo por encima de los tobillos Levi´s, Enrico Coveri, Americanino o Armani, adornados con cinturones de cuero El Charro acompañados a su vez con grandes hebillas de estilo tejano; camisas a cuadros Naj Oleari, y más tarde de marcas como Lacoste; sudaderas Best Company; chaquetas vaqueras Levi´s, tipo ‘bomber’ de Avirex, plumas Moncler, prendas más orientadas a la práctica de la vela de las firmas Henri Lloyd o Paul & Shark y cortavientos de C.P. Company o Stone Island; calcetines ajedrezados Burlington para los chicos y Naj Oleari para las chicas; complementos como las gafas de sol Ray-Ban, guantes de piel Ocean Star y mochilas Invicta; etc.


Si bien es cierto que en un principio esta cultura urbana fue característica de chavales cuyas familias pertenecían a clases sociales no necesariamente humildes, su extensión por toda Lombardía, Roma, e incluso su llegada al sur de Italia se produjo con una gran rapidez, y pronto multitud de chicos de familias obreras abrazaron esta nueva moda. Consumismo, hedonismo, superficialidad, culto a la apariencia física (de tal modo que muchos de ellos, no preocupados exclusivamente por vestir bien, también visitaban gimnasios y centros de rayos UVA con cierta asiduidad) fueron las piedras angulares del paninaro, si bien, pese a esta ‘alienación’, y tal y como documentan diversos testimonios de gente de la época, poseían halo callejero y cierto ‘aggro’ característico.


Asimismo, al igual que sus antecesores mods (con los que, por cierto, protagonizaron sucesivos actos de violencia, sobretodo a la salida de las discotecas), gustaban de los ‘scooters’ y también de motos de mayor cilindrada. Tuvo mucho éxito el modelo Zündapp 175.

Música paninara

La música jugó un papel decisivo en la exportación de esta subcultura por Europa. Una nueva forma de hacer televisión trajo consigo la aparición de varios programas de TV dedicados a la emisión de ‘videoclips’ musicales. Especial admiración suscitaron las letras de grupos británicos new wave y new romantic.


Cabe citar por tanto a grupos como Duran Duran (su tema Wild Boys se convirtió en todo himno dentro de la escena de los paninari), Simple Minds, Wham!, Boy George, Spandau Ballet, Falco, Frankie Goes To Hollywood, y, cómo no, los famosos Pet Shop Boys. Estos últimos, de hecho, compusieron un tema llamado Paninaro, cuya letra es una clara referencia al estilo de vida de los paninari y cuyo ‘videoclip’, que adjuntamos a continuación, fue rodado en la ciudad de Milán:


Parte de la letra de Paninaro:

Pasión, amor, sexo y dinero
Violencia, religión, injusticia y muerte

Paninaro, paninaro, oh oh oh

Chicas, chicos, arte, placer
Chicas, chicos, arte, placer

Paninaro, paninaro, oh oh oh

Comida, coches, viajes, comida, coches, viajes
New York, New York, New York
New York

Paninaro, paninaro, oh oh oh

Armani, Armani, Armani, Versace, Cinque…

Más actual, existe otra canción del grupo turinés de música ska Statuto que habla de esta tribu urbana, y cuyo título es también Paninaro.

continuará...

Mr Nordli

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